Nadismo

–    Dónde estamos?
–    En la nada…
–    Y… qué se supone que tenemos que hacer en este cuento?
–    Y… nada!
–    Pero cómo así! Es un cuento no? Se supone que en los cuentos hace algo la gente! Se aman, se pelean, se conocen, nacen, o mueren.  Algo! Pero qué clase de escritor rascuache se le ocurre poner como marco circunstancial ‘nada’, con un par de personaje que no tienen nombre –por que no se vos, pero yo no tengo-, a que no hagan absolutamente nada… ah?
–    Y bueno… desde cuando los personajes tienen que cuestionar a quien los hizo?
–    Pero no entiendo, tiene que haber una razón, este loco que nos escribe siempre busca una razón… no has notado? Algo se quiere denunciar, o quiere dejar entrever algún trauma… el es así de loco.
–    Se supone que el escritor y el narrador son diferentes personajes…
–    Si, si, pero este no escribe solo por narrar… el escribe por que en su mundo, algo quiere despotricar. Es un autista no ves?
–    Si, es medio tocado…
–    Pero aún así, es un tocado para quien el propósito es esencial… siempre proyecta algo de su punto de vista o intenta sembrar algo en qué pensar con alguno de sus cuentos… Todos sus escritos estan llenos entre líneas de simbolismos crípticos y principios de su escala de valores. Sus personajes disfrazan a su vez a otros, y si te fijas en el fondo, hay una esencia del autor al final. Como que todos los que escriben de alguna forma por más que se proyecten son siempre autobiográficos.
–    Cierto, pero también le gusta probar estilos nuevos… Qué tal si solo es eso?
–    Qué clase de estilo es esto? Nadismo? Dícese de la narrativa que no tiene ni principio ni fin, con personajes asexuados que no hacen ni un carajo… patrañas!
–    Pero… y por qué te enojás?
–    Por que no estamos haciendo nada!
–    No pudo ser peor? Pudimos ser víctimas de algo feo, o peor aún, victimizar a alguien. Tal vez, solo tal vez, nos escribe por que se harte por ratos de tanta porquería, de los chismes, de las cosas negativas, de la quejumbrosidad, de la vida de ciudad, de lo superfluo de todos esos babosos que se sientan en un sillón dictando cátedra usando como base su ignorancia como si todo lo supieran, paseándose desnudos luciendo el traje nuevo del emperador… eso cansa y desgasta amigo…
–    Si, pero entonces debiera escribir sobre eso.
–    Pero… eso es querer hacer lo mismo que ellos!
–    Todos los que escriben de alguna forma caen en ese vicio…
–    Verdad que si? Eso si es cierto!
–    Pero bueno… entonces para que se escribe?
–    No sé… es una forma de arte, dicen… Mínimo está haciendo catarsis.
–    Sí. Pero… pero el arte tiene que tener un propósito, cuando menos estético.
–    Dicen los artistas por ahí, que cuando se sabe usar, el blanco es el mejor adorno.
–    Ah si? que lindo! Un par de personas babosas se ponen juntas, en el Génesis del Azahar, sin hacer absolutamente nada. Te parece que eso es un adorno?
–    Hmm… la verdad no se. Este puede ser como un cuento que escribió para vacacionar, en el que decida no meterse con nada, ni con nadie. Pero la verdad, si no te molesta, quiero disfrutar esta nada.
–    Y eso con qué se come? Cómo se disfruta la nada?
–    Se disfruta cerrando la bocota -como esta grandotota que tenés-… Te sentás o acostás, y disfrutás el silencio… alguna vez has escuchado el silencio?
–    El silencio? Vos y tus parlas filosóficas… Qué dice el silencio?
–    El silencio nos toma, nos abraza, nos convida a disfrutar como un testigo que no participa en nada… escuchas todo, o simplemente, como ahora, escuchar nada…  -claro no hemos podido por que hablás como la taravilla…- te escuchas vos… a veces, si te fijas bien, podés oirte el corazón… Luego el silencio, muy a su forma, y no te lo puedo explicar bien, por que no es que el silencio no habla, sino que habla en otra forma distinta a esta que usamos, que aunque no dominemos como emisores, sí podemos entender como receptores, y nos dice lo insulso que es a veces todo… lo valioso de la nada… Luego, cuando llevas un rato aprendiendo del silencio, comenzás a desesperarte por que se necesita escuchar algo, digámoslo así, el silencio empieza a alzar su voz… y se hace tan insoportable, que querés escuchar de nuevo el escándalo caótico de lo que vivís… Algo así dice el silencio. Entendiste? A mi me gusta experimentarlo cada cierto tiempo. Se aprende mucho… aunque no se oiga nada…
–    Y vos creés que por eso nos puso el autor de este cuento aquí?
–    Y… no se! Solo se me ocurre que puede ser. Lo que sea, es una locura… pero eso no es novedad, que el que nos escribe esta jodido de la jupa… cierto? Y la verdad, dedicarse a descifrar el enigma tras una locura no se me hace muy sensato. No?
–    Y no será que el autor tiene problemas emocionales?
–    Si te pones a esperar que no sean disfuncionales…
–    Le podremos ayudar?
–    No, el es un humano. Nosotros somos los que fuimos creados por el, no podemos hacerlo a la inversa.  A los seres humanos, creo que nadie puede ayudarles, excepto Dios. Pero ni de El se dejan ayudar a veces!
–    Debe ser complicado ser humano.
–    Si, algo así como tratar de escuchar el silencio a la par tuya… Pero la verdad tampoco es para que los victimicés… también se la tiran rico.
–    De veras?
–    Si amigo… se ve que la vida humana tiene propósito justo por eso! por que a pesar del dolor se vive y se vive bien. Se disfruta, y se pasa bien, es algo raro, un extraño efecto placebo…
–    Cuál es el propósito de los humanos?
–    Si no hemos encontrado el nuestro, vamos a hallar semejante? Ahora… por lo que mas quieras… puedo escuchar el silencio? Puedo disfrutar del escapismo que no has dejado tener ni al autor ni a mí?
–    Es que es tan idiota no hacer nada!
–    Y no es idiota también creer que uno puede hacer algo,  pero al final no hace nada? Fijate que no has hecho ni un carajo mientras hablas tanta tontería…
–    Cierto, verdad?
–    Si… será que ya puedo escuchar la nada? Me urge que me abrace y me cuide… me siento cargado…
–    Está bien…

Una respuesta to “Nadismo”

  1. qué catálogo de nadas!

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